Hace poco, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que puede marcar un antes y un después para muchas familias. ¿La razón? Reconoce que una mala praxis médica —aunque no haya causado daño físico directo— puede generar daños morales y económicos que deben ser cubiertos por el seguro.
El parto representa uno de los escenarios más delicados en el ámbito médico, donde cualquier error puede generar consecuencias permanentes e irreversibles en el recién nacido. En esta publicación analizamos los momentos más críticos en los que puede surgir una negligencia médica durante el parto.
Es fundamental comprender que no toda intervención médica que resulte en un daño implica necesariamente una negligencia. Por ello, antes de iniciar cualquier procedimiento legal, conviene analizar cuidadosamente cada caso.
En los últimos meses ha salido a la luz uno de los mayores escándalos sanitarios en Andalucía: miles de mujeres que se hicieron mamografías dentro del programa público para detectar el cáncer de mama no fueron informadas de resultados sospechosos. Muchas pacientes no supieron que sus pruebas mostraban algo raro, y eso ha provocado retrasos graves en diagnósticos que podrían haber cambiado su pronóstico y, en muchos casos, sus posibilidades de supervivencia.
Se ha dictado sentencia por la que se condena a un centro médico a abonar 983.318,43 € a una mujer por los daños y perjuicios sufridos por la mala praxis médica, ya que, le realizaron punciones lumbares innecesarias y contraindicadas con la medicación suministrada, provocando que la paciente se quedara tetrapléjica.
Se ha dictado sentencia por la que se condena a un centro médico a abonar 4.734.169,62€ a los padres de una niña por los daños y perjuicios sufridos a causa de los fallos de asistencia médica durante el parto.
Se dicta sentencia por la que se condena al centro a abonar 39.329 € al paciente por los daños y perjuicios sufridos por la mala praxis médica, ya que, no fue informado de los riesgos inherentes a la operación a la que fue sometido.
El centro acepta en vía administrativa, indemnizar al perjudicado con 54.870 €, por los daños y perjuicios sufridos a causa de una mala praxis, y reconoce que no se realizaron las pruebas necesarias para detectar la torsión testicular padecida, lo que acabaría provocando la extirpación del testículo.
Se dicta sentencia por la que se condena al centro a abonar 37.402 € al paciente por los daños y perjuicios sufridos por la mala praxis médica, ya que, pese a ser intervenido no se le realizó la hernioplastia programada, por lo que la intervención fue insuficiente provocando el agravamiento de su estado de salud.
Se dicta sentencia por la que se condena a un centro a abonar más de un millón de euros al paciente por los daños y perjuicios sufridos por la mala praxis que derivó en la amputación de la pierna de la paciente. Toda apunta a que esta sentencia es un toque de atención a los sanitarios en el control de seguimiento de los pacientes y más concretamente ante la sospecha oncológica.