Por negligencia médica entendemos aquellas acciones/omisiones de los profesionales sanitarios que provocan un daño en el paciente; no realizar una radiografía de manera correcta, o no realizar una TAC ante unos síntomas graves, retrasar una operación más de lo que resultaría prudente o realizar de manera incorrecta una intervención quirúrgica son ejemplos típicos de negligencias médicas. Las negligencias médicas se pueden agrupar en dos grandes grupos: los errores/retrasos en el tratamiento y los errores/retrasos en el diagnóstico.
Las consecuencias de las negligencias médicas son, fundamentalmente, la muerte, las lesiones y/o la prolongación del tiempo de recuperación/convalecencia. Además, el hecho de haber sido víctima de una negligencia médica supone un sufrimiento psicológico adicional; es lo que se conoce como daños morales. El daño puedes haberlo sufrido como paciente, o como familiar directo/cercano de la víctima.
En España disponemos de un Sistema Nacional de Salud que se encuentra entre los diez mejores del mundo. A pesar de la profesionalidad de nuestros médicos, enfermeros y del resto del personal sanitario, la sobrecarga del sistema y la infradotación de medios se encuentra detrás de la mayor parte de negligencias médicas que se producen en nuestro país. Aproximadamente un 70% de la asistencia sanitaria se presta en centros públicos y un 30% se presta en centros privados. De acuerdo con la Constitución y las leyes españolas, todos tenemos derecho a la protección de la salud. En España disponemos de un Sistema Nacional de Salud universal y gratuito, lo que quiere decir que todos tenemos derecho a que se nos preste la atención sanitaria que precisamos en cada momento. Las leyes exigen, además, que la prestación sanitaria se efectúe con un “alto nivel de calidad”.
En muchas ocasiones, en nuestros Hospitales y Centros de Salud, no es posible cumplir con los criterios de calidad que debieran orientar la actuación de los profesionales sanitarios. Esta limitación de medios no es acorde a la Ley y vulnera los derechos de los pacientes. Cuando se produce un daño (sea el que fuera), la Administración sanitaria (o su aseguradora) ha de indemnizar al paciente perjudicado; esto es lo que se conoce con el nombre de responsabilidad sanitaria.
A la hora de reclamar una indemnización por una presunta negligencia médica es necesario verificar, de forma previa, la viabilidad técnica y jurídica de la reclamación. Para ello, desde ESM RECLAMACIÓN SOCIOSANITARIA ponemos a tu disposición a nuestro equipo jurídico para verificar la viabilidad de tu reclamación y, en un segundo momento, a un gabinete pericial que estudiará la viabilidad técnico-pericial de tu caso. Queremos que emprendas este camino con la mayor seguridad posible y con los mejores profesionales a nuestro alcance.
Solicitar una indemnización por los daños sufridos es una cuestión de justicia. Reclamar una negligencia médica no tiene por qué perjudicar a los profesionales sanitarios que han estado trabajando con un alto nivel de dedicación. Además, interponer una reclamación por una asistencia sanitaria defectuosa sirve también para que la Administración sanitaria (o el hospital privado en cuestión) no vuelvan a cometer el mismo error y mejoren la calidad de la prestación asistencial, lo que redunda en beneficio de todos.
Desde el equipo de ESM RECLAMACIÓN SOCIOSANITARIA queremos ayudarte y asesorarte. Si crees que has sido víctima de una negligencia médica, no lo dudes: contacta con nosotros.
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