Las residencias de mayores se han convertido en el agujero negro de la mortalidad de la COVID-19 en España.

A la vulnerabilidad natural de nuestros mayores ante la COVID-19 se ha unido la denegación de acceso al sistema sanitario, así como una gestión deficiente de los establecimientos sociosanitarios en lo que va camino ya de convertirse en uno de los episodios más negros de nuestra historia reciente.

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